lunes, 17 de agosto de 2009

GENEALOGÍA DE ANTÍPATER



ANTÍPATER. Un idumeo (Flavio Josefo, "Guerras", I, VI, 2). Los idumeos fueron conquistados por Juan Hircano cerca del fin del siglo II a. C., y obligados a vivir como judíos, para ser considerados como tales (F. Josefo, "Antigüedades Judaicas", XIII, IX, 4). Sin embargo, Antígono llama a Herodes "medio judío" (Cfr. Ibíd., XIV, XV, 2, y la nota en Whiston), mientras que los judíos, cuando así convenía a sus intereses, hablaban de Herodes su rey como de "judío por nacimiento" (Ibíd. XX, VIII,7). Antípatro, el padre de Herodes, había colaborado con César a quien hizo importantes servicios en la guerra de Egipto le concedió el derecho de vecindad de Roma y el gobierno de Judea. Fue envenenado en el año 49 a.C. por un judío amigo suyo, el cual llegó a sospechar que Antípatro quería hacerse rey. Herodes el grande su hijo, edificó en honor suyo la ciudad de Antipatrida.

HERODES (gr. “descendiente de héroe”). Nombre de varios príncipes de una dinastía que ejerció el poder en Palestina durante la época del Nuevo Testamento. Los Herodes eran oriundos de Idumea y practicaban la religión judía pero siempre permanecieron en estrecha dependencia de los romanos. Mandaban a educar sus hijos en Roma. Construyeron ciudades nuevas al estilo romano - helenista y les pusieron nombres en honor de sus protectores, los emperadores romanos (Cesarea, Sebaste, Tiberias, etc.).

2. Herodes el Grande. Fundador de la última dinastía judía y rey de Judea del 37 al 4. a.C. Era descendiente de una rica familia, de padre, idumeo[1] y de madre Árabe. En 47 a.C., a los 25 años de edad, fue nombrado gobernador de Galilea, por su padre Antípater quien, con el favor de Julio César, había sido nombrado procurador de Judea. En el año 40 a.C., Herodes consiguió, por medio de Antonio y Octaviano, que el senado romano lo nombrara rey de Judea, pero tuvo que conquistar su reino peleando tres años contra el último rey de la dinastía asmonea, Antígono. Ayudado por el ejército romano, tomó a Jerusalén e hizo ejecutar a su rival vencido (37 a.C.).

Herodes se esforzó por afianzar su autoridad en Judea (Lc 1. 5) y por extender su dominio a nuevos territorios por medio de su alianza con Roma. Actuó con astucia y resolución, y supo ganarse y conservar el favor de quien mandaba en Roma. Después de la derrota de su protector Antonio en Accio (30 a.C.), se puso al lado del vencedor, Octavio Augusto. Este no sólo lo confirmó en el reino, sino que paulatinamente le otorgó nuevas posesiones. Finalmente, el reino de Herodes llegó a abarcar casi toda Palestina (Idumea, Judea, Samaria, Galilea, Perea y grandes territorios al noreste del Jordán). En el imperio romano, tenía el rango de “monarca aliado”. No dependía del gobernador de la provincia de Siria, sino directamente del emperador. Tenía la obligación de defender las fronteras del imperio contra las incursiones de los árabes. En la administración interna era independiente.

Tradicionalmente, Herodes ha venido a ser el prototipo del tirano sanguinario. La matanza de los niños de Belén (Mt 2. 13 - 18), no mencionada en los documentos profanos, contribuyó a forjar esa imagen. Hoy en día los historiadores tienden a hacer un juicio más positivo sobre la persona y obra de Herodes. Éste sin duda fue un hombre de una gran capacidad política.

Después de un largo período de luchas intestinas, Herodes permitió que su pueblo disfrutara, por más de 30 años, de la paz que Augusto difundió por todo el mundo romano. Bajo su gobierno, el Estado judío llegó a ocupar una posición fuerte, reconocida por los romanos y respetada por sus vecinos. Además de incrementar el desarrollo de la agricultura y el comercio, se lanzó a una política extensa de construcciones que cambió el aspecto del país.

En Jerusalén Herodes edificó la Fortaleza de Antonia, un palacio real, un hipódromo, un teatro y un anfiteatro. En el 20 a.C. emprendió la reconstrucción del Templo, en el cual trató de conservar la estructura salomónica. Fundó y transformó varias ciudades, siguiendo su inclinación por la civilización helenística - romana. Sebaste (Gr. Augustus, la antigua Samaria) y Cesarea, un nuevo puerto en el Mediterráneo, fueron dos de sus creaciones urbanísticas, en honor de Augusto. Además, edificó y fortificó varias plazas fuertes, particularmente en la región del mar Muerto. A la manera de los poderosos reyes helenos, llenó de regalos y de construcciones ciudades fuera de su reino.

Para realizar tantas obras, Herodes el Grande tuvo que disponer de una enorme cantidad de dinero y mano de obra en un país pequeño y agotado por las guerras internas. De ahí los pesados tributos y el yugo implacable que impuso a su reino. Exterminó con una crueldad inaudita a todos sus enemigos, reales o supuestos, empezando con los de su propia familia. Hizo dar muerte sucesivamente a los descendientes de la dinastía asmonea que hubieran podido reivindicar el trono, entre ellos Mariamna II, su segunda esposa, Alejandra, su suegra, y Alejandro y Aristóbulo, sus hijos. Poco antes de su propia muerte, su primogénito Antípater, hijo de Doris y quien parecía destinado a sucederle, cayó en desgracia y Herodes mandó a matarle.

Los judíos, tanto fariseos como saduceos, lo odiaban a pesar de su preocupación ostentosa por el Templo de Jerusalén. Aunque pertenecía formalmente a la religión judía, Herodes era fundamentalmente un rey pagano, más interesado en la pompa que en seguir los preceptos de la ley; al menos no tuvo interés alguno, como Antíoco Epífanes, en helenizar a la fuerza a los judíos.

Herodes era un hombre dotado de grandes capacidades físicas e intelectuales: intrépido, decidido, orador brillante, inteligente y astuto. A esas cualidades se contraponían una sed insaciable de poder y un carácter extremadamente desconfiado. A pesar de sus esfuerzos por ganarse la simpatía de sus súbditos, siempre fue para ellos un tirano impío, y un usurpador impuesto por los romanos.

Era de esperar que el reino de este Herodes no durara mucho tiempo después de su muerte (4 a.C.). El emperador Augusto, acatando el testamento, lo dividió entre sus hijos Arquelao, Herodes Antipas y Herodes Felipe II. Herodes fue padre de otros cinco hijos y dos hijas, pero éstos no cobraron importancia en la historia bíblica.

Antípater. Hijo mayor de Herodes el Grande y Doris (de origen desconocido), por lo tanto el más probable heredero del reino de su padre, sólo que este lo mandó a matar. Se registra que Antípater se había quejado ante su madre que Herodes el Grande estaba extendiendo demasiado su existencia terrenal y por lo tanto él sería viejo antes de llegar al poder. Posteriormente se tuvo testimonio según el cual Antípater había estado profundamente implicado en una conspiración para envenenar a su padre. Llamado a juicio, negó el cargo, pero fue declarado culpable. Salomé exigió a su hermano Herodes el Grande que lo hiciera ejecutar. Roma dio permiso. Todo esto ocurrió cuando Herodes el Grande se acercaba a su muerte. En medio de los problemas familiares, en sus agonías físicas y en sus torturas mentales, repentinamente Herodes el Grande trató de matarse con el cuchillo con que pelaba una manzana. Un primo alerto, al ver lo que estaba por suceder, lo evitó. El potente grito del primo, haciendo eco a través del palacio, fue mal interpretado como que Herodes el Grande había muerto. Antípater, al oír la noticia y creyendo que así era, se envalentonó y trató de sobornar al carcelero pidiéndole que lo dejara en libertad, con la promesa de grandes recompensas. El rey moribundo fue informado de esto y ordenó la inmediata ejecución de su hijo. El mandato fue cumplido. Así Herodes el Grande añadió otro hijo a la lista de los propios retoños que hizo ejecutar. Cinco días más tarde, él mismo murió.

Herodes Felipe I. Hijo de Herodes el Grande y Mariamna II, este es Herodes Felipe, llamado Felipe en Mr 6. 17 (cp. Mt 14. 3) y Herodes en Josefo. Felipe fue por un tiempo el sucesor designado de su padre, pero luego fue desheredado (a veces es llamado “Herodes sin tierra”). Se casó con Herodías, hija de su medio hermano Aristóbulo, pero luego ella lo dejó para vivir con su medio hermano, Herodes Antipas. Se retiró a la vida privada y murió en Roma.

3. Arquelao. Hijo de Herodes el Grande y de la samaritana Maltace, fue criado en Roma junto con su hermano y su medio hermano. Después de la muerte de su padre, Augusto lo nombró etnarca (título inferior al de rey, pero superior al de tetrarca). Fue semejante a su padre en sus actos de crueldad (Mt 2. 22) y en su afán de construcción; suscitó el odio de todos. En el año 6 d.C. una delegación de la aristocracia judía y samaritana lo acusó ante el emperador. Arquelao fue citado a Roma, destituido, despojado de sus bienes y desterrado a Viena, en las Galias, donde murió.

Así, gran parte del reino de Herodes el Grande perdió su autonomía, fue anexado a la provincia romana de Siria y administrado por un procurador nombrado por el emperador (6 d.C.). Una parábola del Señor Jesús parece aludir a las circunstancias en que Arquelao llegó al poder (Lc 19. 12, 14, 27). Antes de salir para Roma a obtener la ratificación imperial del testamento de su padre, Arquelao tuvo que aplastar una rebelión; dio muerte a 3.000 hombres en el Templo, durante la Pascua, y los judíos mandaron una delegación a Roma para pedir al emperador que no le otorgara la corona.

4. Herodes Antipas. También hijo de Herodes el Grande y Maltace, hermano menor de Arquelao, medio idumeo y medio samaritano. Educado en Roma, obtuvo de Augusto el gobierno de Galilea y de Perea con el título de tetrarca (Lc 3. 1, 19). Mr 6. 14 lo llama rey, siguiendo una denominación popular, pero en los Evangelios y en sus propias monedas se llama solamente Herodes. Para distinguirlo de su padre, es conocido tradicionalmente como Herodes Antipas (gr. “retrato del padre”) o II, el tetrarca. Se casó primero con una hija de Aretas IV, rey de los nabateos, pero después la repudió para convivir con su sobrina Herodías, esposa de su hermanastro Herodes Felipe I. Esto provocó una guerra con Aretas IV, en la que Herodes fue derrotado (36 d.C.).

Herodes Antipas, lo mismo que su padre, fue un gran constructor. Fortificó Séforis, su primera residencia, y fundó una nueva capital, que llamó Tiberias en honor del emperador Tiberio. En el año 39 d.C. la ambición de Herodías lo hizo ir a Roma a solicitar de Calígula el título de rey. Eso provocó su caída: su sobrino Herodes Agripa I, a quien el emperador acababa de conferir este mismo título, se valió de su posición de favorito y lo acusó de tramar una alianza secreta con los partos. Herodes fue destituido y desterrado a Lyon, en las Galias, a donde lo siguió Herodías.

El nombre de Herodes aparece en varios pasajes de los Evangelios, ya que casi la totalidad de su reinado coincidió con la vida del Señor Jesús. Era un hombre astuto (Lc 13. 32: “aquella zorra”), ambicioso (por influjo de Herodías) y amigo de la pompa. A pesar de su indiferencia religiosa, sabía dar muestras de su ortodoxia judía: peregrinaba a Jerusalén en la Pascua (Lc 23. 7), intercedía a veces ante Pilato en favor de los judíos (de ahí la enemistad inicial con éste, Lc 23. 12), no hacía figurar ninguna imagen en sus monedas. Hizo encarcelar y ejecutar a Juan el Bautista quien le reprochaba su unión ilícita con Herodías. Según los Evangelios, ésta fue la principal instigadora de la muerte de Juan (Mr 6. 14 - 29). Josefo dice que Herodes lo hizo matar porque temía que el éxito popular de Juan pudiera provocar una insurrección.

Al enterarse Herodes de la fama del Señor Jesús, su conciencia le hizo temer que Juan hubiera resucitado (Lc 9. 7 - 9). En Lc 13. 31ss., unos fariseos advierten al Señor que Herodes lo quiere matar, pero tal hostilidad no concuerda con el interés de aquél por verle (Lc 9. 9; 23. 8). Al fin pudo verlo, cuando Pilato, enterado de que El Señor era Galileo y, por tanto, estaba bajo la jurisdicción de Herodes, se lo entregó. Al no satisfacer toda la curiosidad de Herodes, éste, juntamente con sus soldados, se burló del Señor Jesús (Lc 23. 6 - 12).

5. Herodes Felipe II. Hijo de Herodes el Grande y de la quinta mujer de éste, Cleopatra de Jerusalén (no confundirla con la mucho más famosa Cleopatra de Egipto). Desde 4 a.C. hasta 34 d.C. fue tetrarca de los territorios situados al este del curso superior del Jordán y del lago de Genesaret (Gaulanitis, Traconitis, Auranitis, Batanea, Paneas e Iturea; Lc 3. 1). Josefo lo elogia como un monarca justo y moderado. Reconstruyó Paneas, a la cual llamó Cesarea (de Filipo) en honor del emperador y trató de convertir a Betsaida en ciudad con el nombre de Julias (en honor de una hija de Augusto). Al final de su vida se casó con Salomé, hija de Herodías, pero murió sin hijos (34 d.C.). Su tetrarquía quedó incorporada en la provincia de Siria y luego fue entregada por Calígula a Herodes Agripa I (37 d.C.).

Herodías. Hija de Aristóbulo, nieta de Herodes el Grande y de Mariamna I, y hermana de Herodes Agripa I[2]. Se casó primero con su tío Herodes Felipe I, de quien tuvo una hija, Salomé, y luego lo abandonó para convivir en unión ilícita con su otro tío, Herodes Antipas. Juan el Bautista fue víctima de su deseo de venganza y ejecutado por instigación suya (Mr 6. 17 - 29). Debido a su ambición indujo a Herodes Antipas a que fuera a Roma a solicitar el título de rey (39 d.C.). Cuando Herodes Antipas fue condenado al destierro, ella desdeñó la clemencia de Calígula, dispuesto a perdonar a la hermana de su amigo Herodes Agripa I, y acompañó voluntariamente a su consorte en el exilio.

6. Herodes Agripa I o el Mayor. En el Nuevo Testamento se le llama “Herodes”, pero Josefo lo conoce como “Agripa”. Fue hijo de Aristóbulo, y creció en Roma en estrecha relación con la familia imperial. Su amigo Calígula le confirió las tetrarquías de Herodes Felipe II y de Lisanias, junto con el título de rey (37 d.C.). Por sus intrigas, obtuvo la deposición de Herodes Antipas y se quedó con a tetrarquía de Galilea y Perea (39 d.C.). Finalmente, el nuevo emperador Claudio puso también bajo el dominio de este Herodes los territorios de Judea y Samaria (administrados desde 6 d.C. por procuradores romanos). Así, Agripa reconstituyó en sólo tres años un reino casi igual al de su abuelo Herodes el Grande.

Aunque era un helenista convencido, Agripa se hizo pasar por un hombre singularmente fiel a la ley judía y logró ganarse la simpatía de los judíos. Hizo importantes donativos para el templo. En el 40 d.C. trató de disuadir a Calígula de que hiciera erigir su estatua en el templo. Su persecución contra los primeros cristianos (Hch 12. 1 - 19) probablemente fuera una tentativa más de congraciarse con los fariseos y el pueblo. En un esfuerzo por debilitar su dependencia de Roma, empezó la construcción de una nueva muralla al norte de Jerusalén, la cual no pudo concluir por prohibición del emperador. Su muerte, repentina y horrorosa, en Cesarea, a los 54 años, es relatada por Lucas (Hch 12. 20ss.) y por Josefo en forma esencialmente idéntica. Ambos escritores la interpretan como un castigo divino por haber aceptado que la gente lo adorara como un dios (44 d.C.). Dejó cuatro hijos, de los cuales tres aparecen en el Nuevo Testamento: Agripa, Berenice y Drusila.

Salomé. Forma femenina de Salomón. Hija de Herodías y de su primer esposo (y tío) Herodes Felipe I. Aunque no se la nombra en los evangelios, generalmente se la identifica como la muchacha que danzó ante Herodes Antipas I, el segundo esposo y tío de su madre Herodías (Mr 6. 22; Mt 14. 6). Se casó con su tío Herodes Felipe II, el tetrarca, que era hermanastro de su padre.

7. Herodes Agripa II o el Menor. Hijo de Herodes Agripa I, nació en Roma cerca de 27 d.C. y fue educado bajo el cuidado del emperador Claudio. Era aún muy joven, cuando murió su padre y, por tanto, Claudio no permitió que asumiera el mando del reino (el cual volvió a ser una provincia romana). Al morir su tío Herodes de Calcis en el 48 d.C., recibió la tetrarquía de éste en el Líbano, y la cambió después por las tetrarquías de Felipe y de Lisanias con el título de rey. Claudio lo nombró también inspector del Templo de Jerusalén con derecho de nombrar al sumo sacerdote. Hacia el 61 Nerón le otorgó nuevos territorios en Galilea y en Perea (Tiberias, Tariquea, Julias, etc.).

Acompañado por su hermana Berenice, con quien vivía escandalosamente, Agripa II escuchó la defensa de Pablo, ante Festo, en Cesarea (Hch 25. 13 - 26. 32). Bajo su reinado se terminó el Templo de Herodes el Grande (62 - 64). Su simpatía por los romanos, atestiguada en monedas e inscripciones, se manifestó especialmente durante la guerra judía (66 - 70 d.C.). Primero, se esforzó por disuadir a los judíos de llevar a cabo una resistencia armada. Luego, al desatarse la guerra combatió al lado de los romanos. Fue herido en el sitio de Gamala y esto le valió ser recompensado por Vespasiano. Murió cerca de 93 ó 100 d.C., y su territorio fue incorporado a la provincia romana de Siria. Con él se extinguió la rama judía de la dinastía herodiana.

Lisanias[3]. Aparece en Lc 3. 1 como “tetrarca de Abilinia[4]”, cerca de 27 - 28 d.C. (Año decimoquinto del impero de Tiberio César). En Josefo (Antigüedades de los judíos) se menciona a “Ábila, que había sido la tetrarquía de Lisanias”. Su nombre aparece en una inscripción de Ábila, fechada entre 14 y 19 d.C., que registra una ofrenda hecha por un esclavo liberto de “Lisanias el tetrarca” (Corpus Inscriptionum Graecarum). No hay certidumbre en cuanto a si las monedas con la inscripción “Lisanias tetrarca y sumo sacerdote” se refieran a él o a algún Lisanias anterior, “rey de los itureos”, ejecutado por Antonio alrededor de 36 a.C. a solicitud de Cleopatra (Josefo, Antigüedades de los judíos). Dos miembros de esta familia llamados Lisanias, de diferentes generaciones, figuran en Corpus Inscriptionum.

Bibliografía:

Diccionario Editorial Caribe.

El Evangelio según San Mateo. Comentario del Nuevo Testamento. Guillermo Hendriksen. pp196 - 200.

El Evangelio según San Lucas. Comentario del Nuevo Testamento. Guillermo Hendriksen. pp146ss, 197ss.

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[1] María Rosa Lida de Malkiel, en su libro “Herodes: su persona, reinado y dinastía”, Ed. Castalia, p21, dice de Herodes: “Antipas y no Antípatro, […] ‘Ese hijo de Antipas ascalonita’” y resalta a pie de página “Esta denominación muy repetida en español, no deriva de Josefo, que da a Herodes (mejor dicho, a Antípatro, su padre) como idumeo, sin más determinación; pero Eusebio, Historia eclesiástica I, 6, afirma que Ascalón fue la patria de Herodes, y de ahí cunde el dato”.

[2] Herodías por ser nieta de Mariamna I, era descendiente directa de los asmoneos, ya que esta última era hija de Alejandro.

[3] No es parte de la genealogía de Antípater. Sólo ha sido agregado con el propósito de entender la repartición que hace el Imperio Romano del reino de Herodes el Grande, una vez este muere.

[4] Abilinia. Región del Antilíbano, vinculada con la ciudad de Abila, en la ribera del Abana (moderno Barada), unos 29 km al noroeste de Damasco (sus ruinas todavía se ven en los alrededores de la aldea de Es - Suk). Abilinia perteneció al reino itureo de Tolomeo Meneo alrededor de 85 - 40 a.C.) y su hijo Lisanias I (40 - 36 a.C.); posteriormente fue separada para formar la tetrarquía de un Lisanias más joven, mencionado en Lc 3. 1. En 37 d.C. le fue dada a Herodes Agripa I por el emperador Gayo como parte de su reino, y en el 53 por Claudio a Herodes Agripa II.

Prs. Luis C. Ribón V. - Georgina C. de Ribón

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